Esta es la última entrada del curso 2014-15. También mi última entrada. Siempre es difícil decir adiós y estos días lo he dicho demasiadas veces. Siento no acompañaros directamente hasta el final del proyecto pero ya os expliqué personalmente que lo necesitaba.
Ha sido una experiencia muy interesante. No todos se han implicado igualmente en el proyecto, pero eso entra dentro de lo esperable. Siento que no he estado tan cercana y disponible con las alumnas de 4ºH, que se merecían algo más de atención por mi parte. Os pido disculpas.
La idea del guion seleccionado nos ha llevado a seis páginas en el formato celtcx. Eso quiere decir que no irá más allá de seis minutos. Os queda por decidir la dirección y los actores. Confío en que presionéis discretamente a Selene para que lo dirija y que ella se deje convencer. Los actores pueden ser o no de entre los alumnos participantes. En caso de poner algo de música al corto Arianna puede aportar sus dotes. Trabajando todos juntos lo haréis bien.
La preside ya ha decidido quien coordinará el proyecto desde Ivrea y sé que estáis en buena manos. El primer viaje, a Lyon, será el 9 o 10 de octubre. La semana que viene comprarán los billetes. Luego vendrán a Ivrea justo antes del Carnaval ( se van el 3 o 4 de febrero) y finalmente en abril a Algete.
Ha sido un placer aprender cosas juntos. Os deseo lo mejor.
lunes, 13 de julio de 2015
martes, 16 de junio de 2015
Simonetta :"Io e te"
Con nuestros correspondientes
hemos visto la película titulada (Tú y yo, en español)Io e te. Es una historia dramática del director italiano
Bernardo Bertolucci, inspirada en el libro de Niccolò Ammaniti.
Cuenta la historia de un
chico, Lorenzo, introvertido y problemático que cuando sus compañeros van de excursión para la semana blanca decide
no partir: hace creer a sus padres que se ha ido con su clase, pero en realidad
se esconde en la bodega de su casa. Un día aparece su hermanastra, Olivia, que quería coger algunas cosas que estaban en la bodega. La chica es mayor que el chico y es una drogadicta. Una
noche ella le pide si puede dormir con él en la bodega porque no sabe dónde
ir. Él le
permite entrar pero ella, al día siguiente, no quiere irse. Van a pasar toda la
semana juntos y así nace
entre ellos una relación de amistad y
hermandad muy profunda. Al final de la semana, cuando los dos tienen que
separarse, se hacen una importante promesa: él tiene que empezar a ser más extrovertido y amable, ella en
cambio tiene que dejar de drogarse.
Me ha gustado mucho esta
película
porque cuenta como dos personas a pesar de ser muy diferentes, no solo por la
edad, sino también por
el estilo de vida, tengan en común el hecho de estar solos y que, gracias a la mutua
ayuda, consigan resolver sus problemas. Creo que el tema principal de la película es la búsqueda de lo que somos
realmente. De hecho los adolescentes viven un periodo de la propia vida muy difícil y delicado durante el cual experimentan muchos cambios no solo físicos, sino, sobre todo, de
mentalidad. Creo que esta película muestra muy bien este lado negativo y más problemático de la adolescencia, en el
que los chicos suelen sentirse solos y no comprendidos y que, por esta razón, pueden también cometer muchos errores como
los que ha hecho Olivia.
martes, 9 de junio de 2015
Nur y Yo
Hola, soy Valentina Bertone de 4I. Al final del año pasado la Ponce, nuestra profe de español, nos habló de este proyecto y rápidamente se lo dije a mis padres.
Durante el verano, mis compañeros y yo nos olvidamos de este asunto hasta que al inicio de este curso la profesora nos lo recordó.
Hace cinco años empecé mi experiencia con los intercambios con el extranjero, y desde aquel momento una de las cosas que me gustan más es viajar y recorrer los países.
Por esta razón he decidido de participar pero, cuando nos han dicho que teníamos viajar por separado, o sea 8 a Madrid y 8 a Lyon, la idea empezó a gustarme menos.
Cuando la profe me dijo que yo tenía que ir a Francia pensé en abandonar el proyecto, porque mucho antes, cuando tenía 11 años fui a Niza y fue un total desastre y no quería que la misma situación se volviese a repetir.
Pero me equivoqué totalmente, porque los cinco días en Lyon han sido de los mejores entre los intercambios que he hecho.
Los días antes de partir estaba muy agitada porque siendo un poco tímida tenía miedo de no aprovechar y hablar en español y porque no quería dejar a mi perrita en las manos de mi hermano, pobrecita.
Pero bueno, el día 30 de enero llegó rápidamente y mi despertador sonó a las cinco de mañana y mi padre y yo partimos en dirección a Turín.
En la estación del tren encontré a las profesoras y mis compañeras de viaje. Sacadas las fotos para el profesor Turnu, el profe de ruso, nos fuimos en el tren.
Y aquí la peor parte de la semana: Giulia y yo (y tampoco las profesoras) encontrábamos nuestros sitios y así empezó nuestra peor pasadilla. Nos sentábamos y cada parada algunos pasejeros reclamaban sus sitios, nos levantábamos y sentábamos en otros y cada vez se repetía la misma cosa.
Cinco horas y una parada de tranvía duespués llegamos a la escuela.
Nuestra primera impresión fue "Ay ¡estamos en una cárcel!" y la cosa parecía confirmarse cuando nos dieron la comida en la cantina.
Nos reíamos cuando una chica se presentó como Javiera, y después los otros correspondientes. ellos nos han explicado un poco la estructura de la escuela y los cursos y las clases y después fuimos a la Confluence, un centro comercial.
(Como primera etapa nos fuimos a Starbucks, tomando bebidas para calentarnos las manos.)
Los días que me han gustado más fueron el sábado y el domingo: el sábado fuimos a la vieja Lyon, donde ya fuimos por la noche el día antes, y después estuvimos en familia un poco.
Nur y su mamá nos enseñaron (a Elena, a Arianna y a mí) a jugar a las cartas, al chinchón y después de algunos turnos, empecé a comprender algo. Nos gustó mucho, tanto que pasamos todo el rato jugando.
Por la noche fuimos a casa de Omar que hacía una fiesta... bueno, las fiestas francesas y las italianas son muuuy diferentes.
A las cuatro de la mañana nos acostamos pero nadie dormía porque Nur, mi correspondiente, había dicho que iba a pintar la cara de Maxime con maquillaje, así que nos dividimos en dos grupos: lo de Nur, y lo de los colombianos.
domingo, 1 de marzo de 2015
Dans la maison para Valeria Kirpichnikova
Hola, soy Valeria Kirpichnikova y he parteiipado, como también mis compañeros, en el proyecto Erasmus +. Fui en el grupo que se ha viajado a Lyon.
Entre las muchas actividades que nos propusieron estaba también aquella de
ver “Dans la maison = En la casa”, una película francesa dirigida por François Ozon y estrenada en 2012, en la que el drama y la comedia, la realidad y la ficción se cruzan.
Según mi opinión es una película misteriosa y excelente y por esta razón
hoy quiero hablar de ella.
La sinopsis es un poco complicada: todo
comienza cuando el profesor de literatura de una escuela, Germain, esta
cómodamente en su casa leyendo y compartiendo con su esposa los trabajos de sus
alumnos, en los que tenían que relatar su fin de semana. El profesor en su
trabajo parece desmotivado, dado que sus alumnos no se dedican bastante a sus
deberes, pero mientras sigue leyendo, toma la hoja de Claude, su alumno, que ha
escrito sobre su fin de semana pasado
con la familia de su amigo Rapha: la descripción de la familia “ de clase
media” era tan detallada, interesante y en conjunto perfecta, que el profesor entiende
inmediatamente que su alumno tiene un don, el de la escritura.
Germain, iluminado por el talento del chico, se presta a ayudarle a mejorar
su escritura pidiéndole más redacciones. Por esta razón Claude se decide a visitar
todos los días la casa de Rapha para presentar más relatos sobre la familia de
su amigo. El profesor parece entusiasmado y muy implicado, casi como si fuese
una verdadera novela. Las intenciones de
Claude, sin embargo, no son claras, no
sabemos que hace exactamente en casa de familia de Rapha ni hasta donde quiere
llegar. Tampoco las intenciones del profesor, si realmente quiere ayudar a su
alumno en la redacción o si desea simplemente saber que pasará la vez siguiente.
Pero, en el trascurso de la película, el lector puede percibir que la situación degenera: el chico con su habilidad manipuladora engaña a todos y no se entiende donde está la realidad y donde la ficción, o sea, se confunden los pensamientos de Claude y sus verdaderas acciones: Claude comienza una relación amorosa con la madre de Rapha, Rapha se ahorca, la mujer de Germain lo traiciona con Claude. Hay una continua sucesión de escenas.
La película termina con el fin de la historia empezada por Claude sobre la
familia de Rapha, mientras que el profesor
ha perdido todo, incluida su esposa, pero a pesar de esto, cuando encuentra a Claude,
sabe que nada estaría realmente perdido si el chico entrara en una nueva casa y empezara un nuevo relato ...
Dans la maison para Micol Cesarin
“En la casa" es una película francesa estrenada en 2012, dirigida por
François Ozon y basada en la obra de teatro El
chico de la última fila de Juan Mayorga.
Es una película
bastante rara pero me gustó porque trata de algo diferente, de una situación
difícil que el protagonista, Claude, está viviendo. Pero no es el único, porque también
el profesor Germain y Rapha, el compañero de clase de Claude, sufren. El primero
porque no sabe escribir bien como Claude, y por eso quiere siempre recibir y
continuar la historia que su alumno está
escribiendo, por otro lado Rapha está enamorado de Claude. La película
termina con Claude, que transforma la vida del profesor, al final se encuentra solo porque su mujer lo
ha abandonado; pero la vida de Rapha sigue como siempre: feliz con su familia y
con un hermano más.
Claude es un
personaje extraño, sufre porque tiene una vida difícil en casa y por eso quiere
descubrir cómo es la vida de una familia normal, en este caso de la familia de
Rapha.
Rapha tiene un
conflicto interior porque es homosexual pero tiene miedo de la opinión de la
gente, y por eso no quiere decirlo a nadie y sigue sufriendo en silencio.
Germain está insatisfecho porque no tiene la vida que siempre ha deseado, o sea,
la fama de un gran escritor, conocido en todo el país.
Lo extraño de esta
película es el comportamiento del protagonista, Claude, él entra en la casa de
Rapha con la excusa de ayudarlo con sus deberes, pero espía a su familia, sobre
todo a su madre, e intenta tener una relación con ella. Nadie sería capaz de
encontrar semejantes excusas para espiar a una familia, pero esto es lo que
caracteriza a "Dans la maison= En la casa", se especializa en el
comportamiento de los diferentes personajes.
sábado, 21 de febrero de 2015
Carlo Bugni: la película Cobardes
¡Hola a todos! Me llamo Carlo Bugni y yo
también soy un alumno de
4 I.
Cuando la profesora Ponce nos habló de este
proyecto, yo estaba muy interesado y sin duda y felizmente me apunté para participar
en él. Pero, cuando a la vuelta de nuestro viaje nos pidió que escribiéramos unas
entradas para este blog, empezé a preocuparme un poco: hablar de las emociones
que vivimos con los españoles, la conmoción durante el adiós, etcétera, no es
algo de lo cual puedo hablar con facilidad. En resumen, extrovertido no es mi
segundo nombre.
Por suerte, la profesora me “salvó”,
pidiéndome un comentario sobre la película que vimos durante el cineforum: Cobardes, de José Corbacho y Juan Cruz,
estenada en 2008. Criticar algo es más fácil para mí, aunque no soy ni
lejanamente un experto en cine (y por eso intentaré no hablar demasiado de
elementos técnicos como la fotografía y la actuación).
Antes de empezar, para no hablar más de eso, quiero
correr un tupido velo sobre la banda sonora, seguramente muy juvenil, como la
mayoría de los actores y del público, pero, en mi opinión, demasiado ruidosa y confusa; aunque no puedo hablar de manera
completamente objetiva, porque generalmente odio el rap.
Terminado este breve paréntesis, abro otro
más, diciendo que suelo encontrar con extrema facilidad los argumentos
negativos y con muchas más dificuldades los positivos de cualquier cosa. Las
películas no son una excepción.
Ahora puedo empezar.
El argumento de la película es el acoso
escolar y como la trama se basaba sobre algo tan poco original, la peli
necesitaba una idea extremadamente curiosa e interesante para no aburrir al
auditorio. Los directores y guionistas no la tuvieron y más de una vez mis
compañeros (italianos y españoles) y yo perdimos la atención y preferimos
hablar entre nosotros.
Quiero explicarme mejor: no considero que el
problema del acoso sea algo que no merezca nuestro interés, muy al contrario, es
algo muy grave que todos tenemos que combatir. Simplemente, creo que un
director podría luchar contra esto con algo más llamativo que una película
igual a muchas otras.
Única cosa positiva son algunas bromas que
levantan un poco la moral (como la de la profesora que se convierte en ganadera
por la desesperación), pero como la película es basicamente dramática, estas no
tienen mucho espacio.
Pero quiero explicar más en detalle por
qué Cobardes
fue capaz de aburrirme con impresionante facilidad:
ü La
fotografía, de la cual no hablo mucho como he prometido, no es maravillosa:
muchas escenas son de lucha y de persecución del pobre acosado y parecen muy confusas.
También muchos primeros planos de los actores no especialmente maravillosos dejan
mucho que desear: quizás hubiera sido mejor algunos planos un poco más generales;
ü Los
actores, como ya he dicho, no eran excepcionales, pero es verdad que la mayoría
eran muy jovenes e inexpertos;
ü La
trama es simple y lineal y un poco repetitiva: el chico sufre acoso, vuelve a
casa, no lo cuenta, vuelva a la escuela, sufre acoso y vuelve a casa (con
algunas paradas en la pizzería). Nada de entusiasmante. Además, algunos
recursos empleados por el protagonista para convencer a su novia de que grabe un
vídeo en el cual casi acaba muerto por los acosadores, o a su madre que no se
preocupe por su cara hichada, parecen un poco ridÍculos. Los directores
tuvieron otras ideas geniales, pero prefiero hablar de ellas en el siguiente apartado;
ü La
trama se basa, fundamentalmente, en prejucios y clichés:
- el protagonista es acosado porqué tiene el pelo rojo y por eso es llamado “zanahoria”;
- el acosador es el mejor en todo, amado por los profesores y por sus padres (y por la mujer que limpia su casa) y nadie podría creer que es un tío violento;
- el padre del acosado es acosado también por su jefe, mientras el del acosador tiene una gran influencia política. Por así decirlo: de tal palo tal astilla;
- el pizzero es italiano y naturalmente del sur y vulgar, pero no solo eso; sino también es un fervoroso creyente, un gran seguidor de Maradona y, ¿por qué no?, además un mafioso.
Creo
que he dicho más o menos todo y seguramente sería superfluo decir que la
película no me ha gustado en absoluto.
Pero todavía tengo una pregunta: ¿Es posible
luchar contro algo, como el bullying, tras repetir miliones de veces la misma
cosa, empleando la misma trama en libros, películas, etcétera, hasta volver
locos a los acosadores, o es más efectivo, siempre hablando de ámbito artístico
y no directamente afectivo como la intervención de padres y profesores, decir
una cosa una sólo vez, pero de manera llamativa y original?
Y una última pregunta relacionada a esta peli
en particular: ¿es posible combatir el bullying, que nace principalmente por
culpa de prejuicios, empleando muchísimos prejuicios más (aunque sin mala
intención)?
Espero que de “todos” los que lean esto, alguno
pueda contestar a mis dudas. Si no, que las preguntas sean consideradas
retóricas y ya está.
Quizás en la próxima entrada hable de mi
experiencia personal con mi compañero Daniel y su encantadora familia...
jueves, 19 de febrero de 2015
Matteo Noascone
Hola, me llamo Matteo Noascone y estudio en el “Liceo Carlo Botta” de Ivrea. El año pasado se hablaba de hacer un intercambio con una escuela de Madrid y esto me gustó muchisimo ya desde el primer momento. Después de mil dificultades, gracias a la profesora Ponce, a los profesores de Madrid y a los profesores de un instituto de Lyon que se había añadido al proyecto, la primera parte del intercambio tuvo lugar en España desde el 12 hasta el 17 de diciembre. Yo fui allí con siete compañeros y...ha sido una de las experiencias más bellas de mi vida. No era la primera vez que iba a España pero estaba un poquito nervioso por mi español “¿Seré capaz de explicarme bien?, ¿me entenderán?.
Mi correspondiente es Jorge, un chico que me ha gustado desde los primeros mensajes de whatsapp ¡sobre todo porque toca la guitarra y le gusta el rock! El dia del viaje de ida estábamos ambos muy felices porque, por fin, podiamos vernos y empezar los cinco dias de intercambio. Llegamos al aeropuerto de Madrid por la noche. Entonces los chicos españoles nos llevaron a un centro comercial para cenar. Como los padres de Jorge no podían llevarnos allí, él y yo fuimos con Chiara, Sancho y su madre. En el centro comercial habia un restaurante oriental, nos quedamos allí para cenar todos juntos, italianos y españoles, como si fuéramos amigos de toda la vida. Al dia siguiente visitamos algunos lugares importantes de Madrid y el Museo Del Prado donde vimos muchos de los cuadros que estudiamos en historia en español y por la noche fuimos todos (italianos, franceses y españoles) a casa de Sancho para una fiesta!
El domingo fuimos a Madrid para ver otras zonas y pasar el tiempo como un chico español de 16 años, comimos en un Burger King, paseamos por la ciudad, cogimos el metro y después de una vuelta por el Hard Rock volvimos a casa. El lunes, el martes y el miércoles fuimos al instituto con nuestros correspondientes: 3 horas de clase y 3 horas de curso para escribir un guión cinematografico. Terminadas las clases podiamos hacer lo que queriamos con la familia que nos hospadaba o ir con los amigos a divertirse, normalmente después de una siesta ibamos todos juntos de compras. Por ejemplo el lunes fuimos a otro centro comercial y algunos han ido de compras mientras que Carlo, Virna, Andrea, Daniel y yo vimos una pelicula en el cine, “Interstellar”. El martes visitamos Alcalá De Henares donde comí chocolate con churros y me gustó mucho cómo la ciudad se estaba preparando para la Navidad. Por la noche fuimos a una pizzeria en Algete. Era la última noche todos juntos y fue muy triste porque nadie queria dividir aquel magnifico grupo de 36 personas. Al dia siguiente tuvimos que despedir a los franceses; entonces nos encontramos todos juntos en un parque e hicimos muchas fotos para acordarnos de esa semana. Luego fuimos a casa de Maria donde dejamos a nuestros correspondientes una carta que habiamos escrito para ellos y fue un momento muy emocionante porque en pocas horas teniamos que estar en el aeropuerto para irnos.
En el aeropuerto nos abrazamos durante mucho tiempo...nadie quería irse y estábamos todos tristes. A la hora de partir también el avión llegó tarde, como si quisiera que nos quedabamos allí. Como he dicho antes, esta ha sido una de las experiencias más bellas de mi vida y ahora tengo un hermano y 29 amigos más.
miércoles, 18 de febrero de 2015
Valeria Cerutti
Me llamo Valeria, y en diciembre fui a Madrid. Me gustaría decir muchísimas cosas de mi experiencia, todos mis pensamientos y todas las cosas que hicimos, pero hay demasiado. Tengo que seleccionar.
A las siete de la tarde del viernes 12 de diciembre partimos, las maletas llenas de ropas, regalitos para las familias y excitación. Nunca he tenido miedo a volar pero como soy claustrofóbica, el viaje en avión fue horrible, todo era demasiado pequeño y apenas respiraba. Cuando llegamos a Madrid casi lloraba de felicidad. Vi a María, mi compañera, que me esperaba junta a todos los otros chicos, y desde el primer momento me cayó bien. Fuimos todos a cenar a un restaurante chino, y lo que me sorprendió más de todo fue que para ellos era normal cenar a las 11 y media de la noche. Hablamos muchísimo, enseñamos a los españoles todas las palabrotas italianas, ellos nos enseñaron las suyas, nos divertimos muchísimo. Llegué a Algete junta a Lara y su compañero, Javier, y conocí a mi familia. Malele, mi "madre" era la persona más amable de la familia, y antes de ir a la cama mi hermana Alejandra me ayudó con los gatos, que me molestaron toda la noche.
El sábado fuimos a Madrid, visitamos al museo del Prado y a la ciudad, y a las tres de la tarde comimos en el Burger King. Salimos, y fuimos a un local llamado Colors junto con los franceses. Volvimos a casa y conocí al hermano de María, Javier. Después de cenar, nos preparamos para la fiesta en casa del compañero de Chiara, Sancho... Y vale, lo que pasó tiene que quedarse allá.
El domingo fue el día más difícil. Había dormido unas dos horitas, a las 10 me desperté y volví a casa; en una hora me preparé y fui a Madrid con mi familia. Me enseñaron el Rastro, la Plaza Mayor y la Puerta del Sol. Malele sacó muchísimas fotos que envió a mi madre, y después nos acompañaron a la Plaza Norte para quedarnos con los otros chicos. Cenamos de tapas y después volvimos a Algete junto con Javi y Lara. Y, después de dos días, al final dormí.
Lo más magnifico es que los chicos españoles se levantan muy tarde para ir al instituto. María me despertó a las 8 menos cuarto, tuvimos tiempo para ducharnos, desayunar e ir al insti en coche. Tuvimos clase junto a nuestros compañeros las primeras dos horas, y después tuvimos clase para nuestro proyecto del corto. Después, por la tarde, vimos una peli, "Cobardes", que fue la causa de unas muchas discusiones: por ejemplo, el único italiano era de Nápoles, mafioso, amaba a Maradona... Y dijo que la pizza más buena del mundo se come en Buenos Aires.
Lo mismo pasó el martes, pero por la tarde fuimos a Alcalá de Henares. Visitamos la casa de Cervantes y nos sacamos muchísimas fotos. Junto a nuestros amigos comimos churros con chocolate, y puedo decir que es una de las cosas más buenas que he comido en mi vida. Cuando volvimos, fuimos a comer todos al Gringo. Nos hicieron una pizza, que me pareció horrible, seguramente la de Buenos Aires es mejor (pero no tan buena como la de Nápoles). Jorge, el compañero de Matteo, hizo un discurso, y nos dio las gracias por esos cinco días maravillosos. Casi me pongo a llorar. Cuando salimos de la pizzería nos quedamos en la plaza de Algete, y Lara, Chiara y Selene cantaron a unas canciones bajo el árbol de navidad. Volví a casa y, casi llorando, preparé mi maleta.
El último día estuvo lleno de emociones. María me despertó, como todas las mañanas desayunamos juntas, y Malele me dio muchos regalos, y tuvo que sentarme sobre la maleta para cerrarla. "Fuimos al insti", o sea, fuimos delante del insti, y después corrimos a escondernos para quedarnos fuera para saludar a los franceses. Cantamos muchísimas canciones con la guitarra de María, y después de muchas lágrimas y abrazos, dijimos adiós a mitad del grupo, y nos fuimos todos juntos a aquel lugar que durante cincos días llamé "casa". Con nuestros hermanos españoles cantamos nuestras canciones, jugamos a unos juegos bastante idiotas y fuimos a comer. Comí la hamburguesa más repugnante de mi vida, pero no me importó, porque estaba con mis amigos. Nos tiramos cubitos de hielo, kétchup, patatas fritas, cantamos, siempre riendo. Y después volvimos a casa por última vez. Abrazé miles de veces a mi hermana Alejandra y a Malele, después María y yo salimos y junto a Javi y Lara, fuimos al instituto, y después al aeropuerto.
Todo lo que pasó en aquel aeropuerto de Madrid se ha quedado en mi corazón, junto a todas las magníficas experiencias que viví en aquellos cinco días. Todos los abrazos, los besos, las canciones cantadas llorando se quedaron conmigo, y siempre se quedarán.
Quiero terminar mi entrada diciendo gracias a todos los chicos españoles que conocí, pero sobre todo a mi familia. Me han hospedado como si fuera sus hija, o sus hermana, me han ayudado con los gatos y con el perro, que siempre me han dado miedo. Me han dicho que su casa es mi casa, y que puedo volver en cualquier momento.
Gracias, porque fueron los mejores días de mi vida.
Lara Bugni Duch
¡Hola
a todos! Soy Lara Bugni Duch y soy una estudiante del Liceo lingüístico Carlo
Botta de Ivrea. En el 2014 nuestro instituto ofreció la posibilidad a mis
compañeros de 4i y a mí , de participar en un intercambio diferente: se trata de
un intercambio hecho por tres paìses, Italia, España y Francia. El proyecto del
intercambio era el cine.
Estábamos
todos emocionados ante la idea de un intercambio así, nunca hecho en otras
clases. Pero hubo también momentos de rabia cuando nos dijeron que
nuestra clase debía ser dividida: 8 iban a España y los otros 8 a Francia.
Eso
fue lo que no nos gustó, especialmente a mí porque esta era la primera vez que
yo participaba en un intercambio con toda mi clase.
En
principio toda la organizaciòn pareció un desastre, quedaba poco tiempo para la
primera salida a Algete, un pueblo cerca de Madrid, en diciembre.
En
fin, después de hablar, organizar y conocer a los correspondientes el 12 de
diciembre 2014 mis siete compañeros y yo partimos desde el aeropuerto de Turín por la tarde. Yo
estaba bastante emocionada porque era mi primer intercambio y no sabía como
comportarme. Cuando llegamos al aereopuerto de Madrid los chicos españoles ya
nos esperaban; estaban con sus familias e inmediatamente nos presentamos.
Mi
correspondiente era un chico, Javier ( que creo que es el único
español al que le da vergüenza presentarse con dos besos, cosa que hacen
todos).
Después
de las presentaciones nos recogieron y llevaron a un centro comercial
donde cenamos.
Más tarde conocíaa Gracia, la madre de Javi y a su hermano Sergio.
Al
día siguiente fuimos a Madrid al Museo del Prado donde vimos algunos de
los cuadros más importantes. Comimos en el Burger King donde había un montón de
gente y después los chicos nos hicieron dar una vuelta por la
capital.
Por
la tarde, como era sábado, los chicos organizaron una fiesta en casa de Sancho
y estuvimos toda la noche allí. El domingo descansamos un poco porque la noche
anterior no habíamos dormido nada de nada.
A
las seis Javi y yo fuimos a un centro comercial de Madrid del cual no me
acuerdo el nombre pero se que era un edificio ¡ENORME! ¡Había tiendas de todo
tipo! Quería estar allì un día entero pero tanto yo como los demás estábamos
cansadísimos y pasamos la mayor parte del tiempo sentados para
comer en un bar.
El
lunes fuimos al instituto, un edificio bien conservado y bastante grande.
Hicimos dos horas de clase con nuestros compañeros
y después tres horas de clase sobre el cortometraje. Así fue también el
martes y por la tarde fuimos a Alcalá de Henares a visitar la casa del famoso
autor Miguel de Cervantes.
El
miércoles decidimos todos juntos no ir al instituto ya que era
nuestro último día en Algete. Pasamos todo el día juntos tocando la
guitarra y cantando.
En
el momento de partir para volver a Italia nosotros, los italianos, no queríamos
subir al avión.
La
experiencia ha sido genial, todo, en fin, fue perfecto. Me he
llevado muy bien con Javier y con los otros chicos. Javi es un chico muy majo y
extroverrtido, sabe de todo y es muy inteligente. Haberlo conocido es una
suerte porque ahora que no nos podemos ver, nos escribimos.
Como
primer intercambio ha ido muy bien para mí. No creía que me pudiera llevar tan
bien con aquellos chicos. Me ha ido bien incluso desde el punto de vista
de mis compañeros. Con eso quiero decir que yo fui a Algete con una parte de mi
clase que no conocìa tan bien; porque estoy normalmente más con algunas chicas
que, sin embargo, estaban en el
programa para ir a Lyon. Por eso yo antes de partir estaba un poco asustada,
porque era mi primera vez haciendo un intercambio y mis amigas no estaban.
Pero
el intercambio me ha servido no solo para conocer a nuevos chicos extranjeros
sino también para a conocer más aquellas personas de mi clase con la
cuales no pasaba tanto tiempo.
Ese
proyecto creo que ha servido mucho también para nuestro español. Una vez
llegados, después de dos días ya habíamos aprendido cual era la
entonación con la cual la gente hablaba. Entendíamos bastante todo, excepto en
mi caso a Sergio, el hermano de Javi: es que hablaba de una manera muy rara,
¡parecía que se comía todas las palabras! En efecto, Javi me dijo que tampoco
los españoles lo entiendían muy bien.
Al
igual que nosotros los italianos, nuestros correspondientes también han tenido
una buena impresión de nosotros y del intercambio. Ellos ya habían hecho muchos
intercambios con diversos países pero nos dijeron que este es seguramente
el mejor, debido a la relación que se habìa creado entre nosotros y
ellos.
En
el aeropuerto lloré porque no quería volver a casa...los cinco días pasaron
demasiado rápidamente. Ahora espero solo el
momento en que lleguen ellos a Turín, en marzo, para pasar otra vez cuatro fantásticos
días juntos.
martes, 17 de febrero de 2015
UN DOMINGO MADRILEÑO
Me
llamo Nicoletta, tengo diecisiete años y quería contar mi experiencia en el
Erasmus Plus, proyecto apoyado por mi escuela, el Liceo Carlo Botta.
El
intercambio con el instituto de Algete fue una experiencia única.
Por
primera vez, tuve la oportunidad de hablar en español fuera de las clases y con
alguien que no fuera uno de mis profesores o de mis compañeros.
Puedo
decir que verdaderamente practiqué la lengua española, y me gustó muchísimo
aplicar lo que he estudiado durante años en la escuela.
La
primera vez que hablé en español con mi correspondiente, tenia miedo de cometer
faltas y que ella no me comprendiera. Pero, aunque mi español no era de lo
mejor, ella me entendía y también me ayudaba a corregir mis faltas. Me dijo que
apreciaba muchísimo el esfuerzo que yo hacia, hablando una lengua que no era la
que estaba acostumbrada a hablar.
Para
alguien que estudia un idioma, creo que es fundamental esa experiencia directa
con nativos y, sobretodo, es muy importante experimentar
también la cultura.
Entrar
en contacto con una familia madrileña fue algo maravilloso para mí. Ver como
esas personas viven, entrar en su rutina.
Tengo
que decir que mi familia española era y es la más maja de toda España.
Mi
correspondiente, Alba, y yo, desde el principio descubrimos que teníamos muchas
cosas en común.
Cuando
vi por primera vez a Alba en el aeropuerto, su sonrisa empezaba en Galicia y
terminaba en Cataluña. Me abrazó muy fuerte, algo que no es tan habitual donde
vivo.
¡Nunca
me había sentido tan apreciada! Cuando entré por primera vez en casa de los Abanades,
de repente me pareció que había sido en mi casa. Aquellas personas eran tan cariñosas, tan alegres…
Los
padres de Alba son inimitables, siempre se ríen, y su hermanita Susi es genial:
nunca he encontrado una chica de unos doce años tan enérgica. Y también estaban
los abuelos, Jesús e Isabel: amables, como los abuelitos de los cuentos.
La
comida del domingo fue el momento que más me gustó.
Descubrí
que es verdad que los españoles empiezan comer entrantes cuando los italianos
comen ya la fruta. Pero no fue algo malo comer a las tres y media de la tarde.
Susana
preparó para mí el famoso “cocido madrileño”, algo riquísimo. Me gustó mucho y
también aprendí una nueva palabra en castellano: garbanzos.
Me
sentí verdaderamente parte de aquella familia tan maja y especial, riendo con
ellos, comiendo chorizo y pollo y oyendo la diferencia entre el español de
España que hablaba el abuelo Jesús, y el español de Argentina, que hablaba la abuela
Isabel.
Cuando
terminamos la comida y el dulce, los
abuelos me besaron más de una vez y papá, mamá, Susi, Alba y yo dormimos la
siesta todos juntos en el enorme sofá. Eso de la siesta es algo que me gusta
muchísimo: ¡me parece genial!
Después
del descanso, fuimos a Madrid, para ir de compras con los amigos y terminar todos
juntos aquel domingo madrileño que siempre tendré en mi
corazón.
lunes, 9 de febrero de 2015
Chiara Garbiero
¡Hola! Me llamo Chiara Garbiero y asisto al 4° año de la escuela secundaria “Liceo Carlo Botta” en Ivrea (Italia).
Este proyecto del intercambio me ha gustado desde el principio, no solo porque tenía la posibilidad de visitar una de las ciudades más maravillosas del mundo, también porque tenía la oportunidad de mejorar mi español, conocer a personas nuevas y desarrollar un proyecto sobre cine, que es algo que siempre me ha gustado.
Cuando nos han dado el contacto de nuestros socios españoles, inmediatamente he escrito a mi compañero español. Se llama Sancho y nos presentamos un poco; cuando me dijo que tenìa dos perros muy grandes pensé: “¡Oh por Dios, espero que no deje que los perros entren en casa!”
Por fin llegó el día tan esperado: el 12 de Diciembre, el día del viaje a España.
El viaje en avión pareció infinito, no podía esperar a llegar a España y conocer a los chicos españoles. En un cierto momento miré por la ventana y vi las luces de las ciudades, estaba tan emocionada que ni siquiera tuve dolor de oídos durante el aterrizaje.
Después de la recogida de las maletas, salimos del aeropuerto y buscamos a nuestros compañeros. En general no soy una persona tímida, pero durante los primeros 10 minuto casi no hablé con la familia de Sancho.
Por suerte, fuimos todos juntos (sin padres) a cenar y allí volví a ser la Chiara de siempre y, sobre todo, empezé a hablar en español. Esto era necesario, porque tenía que expresar mi opinión sobre el restaurante en el que habíamos comido: un restaurante de comida china. ¡Yo odio a la comida china! Por suerte los chicos españoles eran mucho mejores que la comida del restaurante, y nos divertimos muchísimo.
Después de la cena fuimos a la casa de nuestros nuevos amigos españoles. Superé el trauma de los perros gigantes, me duché y me fui a mi cama.
A la mañana del día siguiente, nos levantamos para irnos a Madrid, también con los profesores. Cuando llegamos a Madrid yo tenía la desesperada necesidad de tomar un café para despertarme y, una vez que lo había tomado, me di cuenta de que los españoles son personas muy agradables, simpáticas y gentiles, pero que no saben hacer café.
Aquí empezó nuestra visita a Madrid. Una ciudad, de verdad, maravillosa. Nuestra visita terminó en el Museo del Prado, y después de esto los profesores nos dejaron solos.
Fuimos al Burguer King para el almuerzo y después a un local muy bonito donde bebimos mojito de fresas y fumamos del narguilé.
A las 7 de la tarde cogimos el transporte público para regresar a casa porque aquella noche teníamos una fiesta en una especie de segunda casa de Sancho.
Así aquella noche en la fiesta bailamos, cantamos y…no puedo contar más porque es un secreto entre nosotros.
Al día siguiente para el almuerzo comí mi deseada paella. Por la tarde fuimos a un centro comercial. Era un centro enorme, con muchísimas tiendas, y allí nos dividimos en dos grupos porque el primer grupo quería ir al cine y el otro a hacer compras. Yo estaba en el segundo.
Nos reunimos para cenar todos juntos en un restaurante que había en el propio centro comercial. En este lugar comimos pizza que, obviamente, no era tan buena como la pizza italiana.
Regresamos a casa bastante pronto, porque el día siguiente teníamos que llegar al instituto a las ocho y media.
Por la mañana del lunes llegamos al instituto a las ocho y media. Me di cuenta de que las escuelas españolas y las italianas son bastante diferentes: allí la relación entre alumnos y profesores no es tan distante como en Italia, y, sobre todo, cada curso tiene 5 o 6 materias y no 10 como en Italia.
En las últimas tres horas de la mañana tuvimos clase de cine con un profesor que nos monstró algunos ejemplos de cortos y de guión.
Por la tarde fuimos al cine para ver una película que se titulaba “Cobardes”. No me gustó mucho, sobre todo porque, en la película, había un italiano propietario de una pizzería y que al final se descubre que era un mafioso. Los italianos nos enfadamos un poquito.
Al día siguiente pasé muy buen rato en la clase de inglés en el instituto.
Durante la lección de cine nos enseñaron como se hace un guión, mientras, mi “querido” compañerito español, Sancho, me molestó durante toda la lección llamandome “mafiosa”. Y yo siempre le respondía: “Yo no soy mafiosa pero puedo llegar a ser una mafiosa si no te callas.”
Por la tarde fuimos a Alcalá de Henares, el lugar en el que nació Cervantes. La cosa que más me gustó de este lugar fueron los churros con chocolate caliente.
Por la noche cenamos todos juntos en un restaurante de Algete y después de la cena fuimos en una plaza con un gran árbol de Navidad y mis compañeras Selene, Lara y yo empezamos a cantar debajo del árbol.
Cuando llegamos a casa, Sancho y yo pasamos buena parte de la noche hablando.
El último día empezó de manera triste, preparando la maleta, y terminó con lágrimas por nuestra partida.
Los momentos mejores fueron cuando Javier leyó para todos los españoles que nos hospedaron la carta que nosotros, los italianos, habíamos escrito en agradecimiento. Antes de que Javier terminara de leer la carta, Lorena y yo empezamos a llorar.
Para elevar la moral, Jorge nos tocó algo con la guitarra y cantamos todos juntos.
Fuimos a un bar para comer y al final del almuerzo la situación degeneró cuando empezamos a tirar los cubitos de hielo en las camisetas
A las 6 de la tarde fuimos al aereopuerto para regresar a Italia.
Nuestro viaje termina aquí: en el aereopuerto con la voz rota y las lagrimas en los ojos cantando “Don’t Worry, Be Happy” de Bob Marley. Saludamos a las familias y, sobre todo, a nuestros amigos, de una manera angustiosa.
Lo que aprendí en este viaje no es sólo que esta experiencia es una de las cuales podré contar a mis hijos, sino que he tenido la oportunidad conocer una nueva cultura, visitar nuevos lugares, y trabajar sobre un proyecto nuevo e interesante. Es algo más que todo esto: una parte de nuestro corazón se ha quedado en Algete con las personas maravillosas que conocimos allí. Nuestra manera de llamarnos “hermanos” entre nosotros no es una broma o por comodidad, es porque no es necesario un lazo de sangre para sentir que alguien es tu hermano . El nuestro es un enlace fortísimo porque esos chicos nos han enseñado que también en la distancia podemos ser una familia.
Estas son las personas a las cuales nunca querría decir adios.
Este proyecto del intercambio me ha gustado desde el principio, no solo porque tenía la posibilidad de visitar una de las ciudades más maravillosas del mundo, también porque tenía la oportunidad de mejorar mi español, conocer a personas nuevas y desarrollar un proyecto sobre cine, que es algo que siempre me ha gustado.
Cuando nos han dado el contacto de nuestros socios españoles, inmediatamente he escrito a mi compañero español. Se llama Sancho y nos presentamos un poco; cuando me dijo que tenìa dos perros muy grandes pensé: “¡Oh por Dios, espero que no deje que los perros entren en casa!”
Por fin llegó el día tan esperado: el 12 de Diciembre, el día del viaje a España.
El viaje en avión pareció infinito, no podía esperar a llegar a España y conocer a los chicos españoles. En un cierto momento miré por la ventana y vi las luces de las ciudades, estaba tan emocionada que ni siquiera tuve dolor de oídos durante el aterrizaje.
Después de la recogida de las maletas, salimos del aeropuerto y buscamos a nuestros compañeros. En general no soy una persona tímida, pero durante los primeros 10 minuto casi no hablé con la familia de Sancho.
Por suerte, fuimos todos juntos (sin padres) a cenar y allí volví a ser la Chiara de siempre y, sobre todo, empezé a hablar en español. Esto era necesario, porque tenía que expresar mi opinión sobre el restaurante en el que habíamos comido: un restaurante de comida china. ¡Yo odio a la comida china! Por suerte los chicos españoles eran mucho mejores que la comida del restaurante, y nos divertimos muchísimo.
Después de la cena fuimos a la casa de nuestros nuevos amigos españoles. Superé el trauma de los perros gigantes, me duché y me fui a mi cama.
A la mañana del día siguiente, nos levantamos para irnos a Madrid, también con los profesores. Cuando llegamos a Madrid yo tenía la desesperada necesidad de tomar un café para despertarme y, una vez que lo había tomado, me di cuenta de que los españoles son personas muy agradables, simpáticas y gentiles, pero que no saben hacer café.
Aquí empezó nuestra visita a Madrid. Una ciudad, de verdad, maravillosa. Nuestra visita terminó en el Museo del Prado, y después de esto los profesores nos dejaron solos.
Fuimos al Burguer King para el almuerzo y después a un local muy bonito donde bebimos mojito de fresas y fumamos del narguilé.
A las 7 de la tarde cogimos el transporte público para regresar a casa porque aquella noche teníamos una fiesta en una especie de segunda casa de Sancho.
Así aquella noche en la fiesta bailamos, cantamos y…no puedo contar más porque es un secreto entre nosotros.
Al día siguiente para el almuerzo comí mi deseada paella. Por la tarde fuimos a un centro comercial. Era un centro enorme, con muchísimas tiendas, y allí nos dividimos en dos grupos porque el primer grupo quería ir al cine y el otro a hacer compras. Yo estaba en el segundo.
Nos reunimos para cenar todos juntos en un restaurante que había en el propio centro comercial. En este lugar comimos pizza que, obviamente, no era tan buena como la pizza italiana.
Regresamos a casa bastante pronto, porque el día siguiente teníamos que llegar al instituto a las ocho y media.
Por la mañana del lunes llegamos al instituto a las ocho y media. Me di cuenta de que las escuelas españolas y las italianas son bastante diferentes: allí la relación entre alumnos y profesores no es tan distante como en Italia, y, sobre todo, cada curso tiene 5 o 6 materias y no 10 como en Italia.
En las últimas tres horas de la mañana tuvimos clase de cine con un profesor que nos monstró algunos ejemplos de cortos y de guión.
Por la tarde fuimos al cine para ver una película que se titulaba “Cobardes”. No me gustó mucho, sobre todo porque, en la película, había un italiano propietario de una pizzería y que al final se descubre que era un mafioso. Los italianos nos enfadamos un poquito.
Al día siguiente pasé muy buen rato en la clase de inglés en el instituto.
Durante la lección de cine nos enseñaron como se hace un guión, mientras, mi “querido” compañerito español, Sancho, me molestó durante toda la lección llamandome “mafiosa”. Y yo siempre le respondía: “Yo no soy mafiosa pero puedo llegar a ser una mafiosa si no te callas.”
Por la tarde fuimos a Alcalá de Henares, el lugar en el que nació Cervantes. La cosa que más me gustó de este lugar fueron los churros con chocolate caliente.
Por la noche cenamos todos juntos en un restaurante de Algete y después de la cena fuimos en una plaza con un gran árbol de Navidad y mis compañeras Selene, Lara y yo empezamos a cantar debajo del árbol.
Cuando llegamos a casa, Sancho y yo pasamos buena parte de la noche hablando.
El último día empezó de manera triste, preparando la maleta, y terminó con lágrimas por nuestra partida.
Los momentos mejores fueron cuando Javier leyó para todos los españoles que nos hospedaron la carta que nosotros, los italianos, habíamos escrito en agradecimiento. Antes de que Javier terminara de leer la carta, Lorena y yo empezamos a llorar.
Para elevar la moral, Jorge nos tocó algo con la guitarra y cantamos todos juntos.
Fuimos a un bar para comer y al final del almuerzo la situación degeneró cuando empezamos a tirar los cubitos de hielo en las camisetas
A las 6 de la tarde fuimos al aereopuerto para regresar a Italia.
Nuestro viaje termina aquí: en el aereopuerto con la voz rota y las lagrimas en los ojos cantando “Don’t Worry, Be Happy” de Bob Marley. Saludamos a las familias y, sobre todo, a nuestros amigos, de una manera angustiosa.
Lo que aprendí en este viaje no es sólo que esta experiencia es una de las cuales podré contar a mis hijos, sino que he tenido la oportunidad conocer una nueva cultura, visitar nuevos lugares, y trabajar sobre un proyecto nuevo e interesante. Es algo más que todo esto: una parte de nuestro corazón se ha quedado en Algete con las personas maravillosas que conocimos allí. Nuestra manera de llamarnos “hermanos” entre nosotros no es una broma o por comodidad, es porque no es necesario un lazo de sangre para sentir que alguien es tu hermano . El nuestro es un enlace fortísimo porque esos chicos nos han enseñado que también en la distancia podemos ser una familia.
Estas son las personas a las cuales nunca querría decir adios.
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